El río Tambre, en su tramo inferior, y antes de encajarse y precipitarse hacia su desembocadura, organiza un territorio ondulado, por donde sus afluentes forman una serie de pequeños valles, de los cuales el más importante es el de A Barcala. Cuando en los años treinta (del siglo XX) se estableció la sede del primitivo partido judicial de Aro en Negreira, se sentaron las bases para la formación del actual municipio; después, la capital del partido inició el crecimiento que como en todas partes, estuvo apoyado en los nuevos servicios judiciales y administrativos, así como por la creciente actividad de su mercado al amparo del singular escenario arquitectónico que el pazo de Cotón ofrece.
De todos modos, Negreira tuvo una lenta consolidación como centro comarcal, máxime cuando la cercanía de Santiago de Compostela hizo que fuera esta ciudad la referencia principal. Así se entiende que en las sucesivas divisiones de partidos judiciales, éste fuese uno de los que más oscilase, alternándose fases de aparición y desaparición del mismo. En la actualidad, Negreira se ha convertido en una pausada villa cabecera, centro económico y de mercado en un área rural, preferentemente ganadera, con una importante industria láctea. Como resultado, es una comarca pequeña, formada tan solo por dos municipios, con una superficie de 213 km2 y una población de casi 11.000 habitantes.



 
  
  
  
 








