La capital ourensana –una ciudad de equilibrio en la Galicia interior- es, cada vez más, el principal centro económico y funcional de la mayor parte del territorio provincial, al igual que lo es desde el punto de vista administrativo. Pero fuera de esas consideraciones, se puede hablar de una Comarca específica de Ourense, tanto atendiendo a la configuración del territorio en áreas naturales, como a la intensidad y dirección de los flujos y de las relaciones funcionales y socioeconómicas. El hecho es que sobre un espacio natural individualizado, la difusión del crecimiento urbano hacia su periferia ha dado lugar a la formación de una comarca urbana (con 146.000 habitantes y once municipios periurbanos, que con el de la capital suman 623 km2).
La ciudad de Ourense se localiza en el fondo de una cuenca, formada por una acentuada depresión topográfica, por cuyo fondo discurre el río Miño tras su confluencia con el Sil. Dicha depresión se amplía notablemente hacia el sur siguiendo el valle del río Barbaña. Es en la confluencia de este río con el Sil donde creció la ciudad, hoy el tercer núcleo urbano de Galicia por el número de habitantes.
En las últimas décadas Ourense se ha convertido en un dinámico e innovador centro industrial (agroalimentaria, moda y confección, muebles, auxiliar del automóvil, electricidad) y allí se instaló el Parque Tecnológico de Galicia; pero lo más destacado es su actividad terciaria, completada recientemente con el campus universitario y modernos equipamientos.
Desde el punto de vista funcional poco queda por decir, porque Ourense es el centro aglutinador de su periferia desde todos los puntos de vista, siendo los fenómenos de la periurbanización cada vez más definitorios.



 
  
  
  
 








